Min.Fidel Guerrero
¿Que opina el Señor Jesucristo de la celebración de la navidad?
Al contemplar los millones de personas que en estos días apresuradamente realizan sus compras navideñas y los adornos que lucirán en sus casas, incluyendo un precioso árbol con sus luces multicolores y las figuras de barro o pasta representando al niño Jesús, la Virgen María y San José, sin olvidar las indispensables botellas de licor, para emborracharse hasta perder el sentido y los discos de la música de su preferencia para amanecer bailando.
Los grandes almacenes, pregonando por todas partes los medios de comunicación desde mediados del mes de noviembre: “La navidad ya llego a……aproveche las ofertas”.
Supongamos que en medio de tanto ajetreo, acompañado de la dulce música de los villancicos, la risa característica de Santa Claus, el arrullo de niño dios y al chocar las copas rebosantes de los vinos mas delicados, El señor Jesucristo se presentara físicamente en nuestra mesa en la que están servidos ya los manjares mas deliciosos y nos preguntara “¿Qué están celebrando?” ¿Qué le diríamos?
Seguramente nuestra respuesta seria “felicidades Señor Jesús, estamos celebrando tu cumpleaños”
Probablemente le acercaríamos una copa para que brindara con nosotros por su cumpleaños y le cantaríamos las tradicionales “mañanitas”.
Estimado lector ante tales hechos ¿Cuál seria la reacción del Señor Jesucristo?¿Aceptaría sentarse con nosotros a la mesa participando de la cena navideña, observando las luces del árbol adornado que se prenden y apagan y el nacimiento tan bonito con el niño dios que abre y cierra sus ojitos?¿También El colgaría su media o calcetín para que el Santa Claus le dejara sus regalos?
La respuesta enfáticamente será ¡¡¡No, No, No!!!
La Biblia, la palabra de Dios, por la inspiración del Espíritu Santo registra la declaración del Señor Jesucristo:
“Hipócritas, bien profetizo de vosotros Isaías cuando dijo: Este pueblo de labios me honra, más su corazón lejos esta de mi. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres” San Mateo 15:7
Las fiestas de invierno tuvieron su origen aproximadamente 2600 años antes del nacimiento del Señor Jesucristo, en el paganismo de Babilonia.
No cabe duda que el paganismo de Babilonia trascendió las fronteras, asentándose con mucha fuerza en el Politeísmo del imperio Romano.
Es ahí, donde se celebraba el día 25 de diciembre de cada año como el “festival de Invierno” en conmemoración del alumbramiento del dios TAMUZ, (Saturno para los romanos) la divinidad del Sol encarnado.
Esta festividad iba acompañada de orgias, desenfrenos y una gran inclinación hacia el valor de la amistad, lo cual se demostraba con intercambio de regalos y presentes para aquella fecha.
También surgió la costumbre de adornar las puertas de cada casa, con coronas de flores y hojas verdes y también la practica de adornar un árbol con frutas y decorativos alusivos al dios sol.
Esta era la fecha del solsticio de invierno y el centro de todo, era recordar y celebrar el nacimiento de la divinidad solar (TALMUZ), cuya concepción se había realizado en el vientre de Semiramis, a quien se le conoció en el tiempo antiguo como la reina del cielo.
Si usted desea profundizar en el conocimiento del origen del árbol de navidad, del Santa Claus y la fecha del nacimiento del Señor Jesucristo, por favor no dude en comunicarse con nosotros, con mucho gusto le atenderemos y recuerde; Jesús no nació el 24 de diciembre. Que Dios le bendiga.
Y recuerda que CRISTO TE AMA
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